Tengo muy claro que ninguna acción buena se pierde en este mundo. En algún lugar quedará para siempre - Vicente Ferrer.

domingo, 19 de julio de 2009

La trata de seres humanos, la esclavitud de hoy


La trata de personas genera unos 7.000 millones de dólares anuales, situándose en tercer lugar entre los negocios ilícitos más lucrativos, el tráfico de drogas y el tráfico de armas.

Según datos de la Organización Internacional del Trabajo, la trata afecta cada año a unas 2.500.000 personas en todo el mundo, especialmente a mujeres y niñas. Se calcula que el 80% de las víctimas de trata en el mundo son mujeres y un 50% niños, niñas y adolescentes.

La trata de personas no es un evento aislado, la trata de personas es un continuo, una sucesión de hechos conectados que se inician en un país, normalmente pasan por otro u otros y deriva en otro país.

Según la definición del protocolo de Palermo, la trata de personas es:

"la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. La explotación incluye como mínimo, la derivada de la prostitución y de otras formas de explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud o prácticas similares, servidumbre y extracción de órganos"

En el país de origen, las causas más comunes son la pobreza, el desempleo y falta de oportunidades. Estos factores motivan a las víctimas de trata potenciales, a buscar en otros países oportunidades que no tienen en casa. Se vuelven, entonces presa fácil para los traficantes, que hacen falsas promesas acerca de las ofertas de trabajo en países extranjeros.

La causa más importante en los países de destino, es la demanda por mano de obra barata. La mano de obra barata beneficia a los empresarios en los países de destino y esta demanda se satisface con la inmigración irregular, contrabando y la trata.

La demanda de mujeres extranjeras que trabajen en la industria del sexo en los países de destino,al convertir a las mujeres y menores de edad en productos para ser coaccionadas, transportadas y obligadas a trabajar en el extranjero.

El reclutamiento puede tener diversas formas, la más violenta es el secuestro de la víctima en una situación de vulnerabilidad extrema. Por ejemplo, en lugares aislados, una crisis humanitaria o en campos de refugiados y de personas desplazadas.

Otras formas de reclutamiento ocurren a través de falsas ofertas de empleo en centros urbanos en el país de origen, o más a menudo, en países extranjeros. Estas ofertas pueden estar relacionadas con los diferentes tipos de empleo, incluyendo el entretenimiento, trabajo sexual, trabajo doméstico, estudios, etc.

La realidad que encuentran las víctimas en el punto de destino, normalmente es diferente, y consiste en trabajo sexual obligado y no pagado, trabajo doméstico u otro tipo de esclavitud, o simplemente trabajo no remunerado. Entonces la víctima es obligada a trabajar para pagar una deuda acumulada con los traficantes por servicios tales como documentación de viaje, visas, transporte, sobornos, alojamiento, colocación de empleo, protección, medicinas y alimento.

La coacción física y psicológica es utilizada para convencer a la víctima de cumplir con el sistema de trata. Las mujeres y menores de edad obligadas a la prostitución forzada, pasan por violación sistemática y abuso físico que destruye su autoestima y dignidad. La coacción psicológica incluye amenazas de violencia y de venganza contra los miembros de la familia de vuelta a casa. La coerción también incluye amenazas de denunciar a la víctima con la policía local o a la familia, revelando las actividades laborales de la víctima.
En estas circunstancias, combinado con la residencia ilegal, ninguna documentación en el país de destino y sin conocimiento del país o del idioma, es extremadamente difícil para la víctima tener la capacidad de escapar y denunciar el sistema.

La trata de personas no conoce fronteras ni se identifica con condiciones de pobreza, ocurre en todos los países del mundo y los perfiles no sirven para definir esta grave violación de derechos humanos.

La esclavitud no es únicamente una tragedia del pasado. Hoy todavía, la trata de seres humanos causa cientos de miles de víctimas en el mundo: niños, chicas jóvenes, familias enteras, a veces a través de varias generaciones. Ahora más que nunca, debemos actuar contra esta injusticia.

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