Nos hablan de Paz, pero hacen la guerra

Según los cálculos de Intermon Oxfam, durante 2008 se va a superar el récord de gasto militar mundial de la época de la guerra fría con más de 834.000 millones de euros, 140 billones de las antiguas pesetas y una proporción que supera en más de 15 veces lo que se gasta en el mundo en ayuda internacional.

Entre otros datos interesantes aparece que el incremento de venta de armas para las principales empresas del sector ha superado el 70% desde 2000 a 2004, y que España se destaca como el primer proveedor de munición del África subsahariana.

Precisamente la exportación de armas que efectúa occidente va pareja de la aparición de conflictos con desenlace militar, por lo cual Occidente exporta guerras y, lo que es más, que lo hace de forma deliberada, lo cual nos obliga a preguntarnos por nuestro propio papel personal en este cotarro (en la medida que participamos del sistema, o somos accionistas de empresas que hacen negocio de esto, o tenemos el dinero en los bancos dueños de las mismas, etcétera) pero también por el papel y la responsabilidad directa y concreta de individuos bien reconocibles y de empresas bien concfretas que merecen ser señalados con el dedo y desvelados.

Y nos hablan de Paz.