Tengo muy claro que ninguna acción buena se pierde en este mundo. En algún lugar quedará para siempre - Vicente Ferrer.

domingo, 28 de agosto de 2011

Niños somalíes lloran de hambre

Se están registrando casos de familias desesperadas que se ven forzadas a abandonar a sus bebés en el campo de refugiados de Dadaab mientras aumenta el número de niños y niñas que llegan solos desde Somalia.

En los últimos meses hemos registrado cifras récord de niños y niñas separados de sus padres que se encuentran con familias de acogida, incluyendo un pequeño número de bebés abandonados por sus padres tras llegar a los campos.

No está claro por qué han sido abandonados, pero según el personal se trata de la desesperación que sienten los padres, que han caminado semanas sin comida, agua ni refugio hasta los camapamentos.

Nasib, de dos meses, fue encontrado junto a una carretera por una mujer que lo llevó a una comisaría. Los policías le pidieron que le cuidara mientras investigaban el caso. Save the Children trabaja muy de cerca con la policía para encontrar a los padres de Nasib y está ayudando a su familia de acogida mientras tanto.

Otro bebé, Naifin, fue abandonado en la casa de un refugiado registrado por su madre, que acababa de llegar a Somalia. Pidió quedarse allí una noche y huyó, dejando a su hijo en la casa. Ambas familias están siendo tratadas por el equipo de protección infantil de Save the Children en Dadaab.

“No podemos ni imaginar la desesperación de los padres que dejan a sus hijos de esta manera”, explica nuestro compañero Prasant Naik, director de Save the Children en Kenia. “Tras caminar desde Somalia sin comida ni agua, está claro que algunos padres sienten que no pueden cuidar de sus hijos, aún habiendo llegado al campo para conseguir ayuda”.

“Sabemos que algunos padres están mandando a sus hijos a Dadaab solos y otras familias se están diviendo por el camino. No puede haber un indicador más evidente de lo terrible que es la situación para algunas familias”

El personal de protección infantil ha visto un gran aumento del número de niños y niñas que llegan desde Somalia sin sus familias desde que empezó la crisis. En julio, Save the Children ayudó a 80 que llegaron solos al campamento, en comparación con los 22 en el mismo mes del 2010.

Los niños y niñas separados de sus padres afrontan graves riesgos, incluyendo abuso sexual, trabajo forzado o la posibilidad de verse atrapados en la violencia de Somalia durante su viaje a Dadaab. Son además más vulnerables a la malnutrición y las enfermedades que los niños que permanecen con sus padres.

Más de 40.000 personas llegaron a Dadaab en julio, el mayor número registrado en los 20 años de historia del campo. Save the Children trabaja en los centros de recepción, identificando a los niños y niñas que no vienen acompañados.

Save the Children

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