Tengo muy claro que ninguna acción buena se pierde en este mundo. En algún lugar quedará para siempre - Vicente Ferrer.

domingo, 8 de marzo de 2009

La violencia sexual destroza la vida de una de cada cinco mujeres en todo el mundo

La violencia sexual afecta a millones de personas de todo el mundo, destroza "brutalmente la vida de los hombres, mujeres y niños", destruye familias y daña a "comunidades enteras", lo cual es particularmente grave en los países en los que hay una "ausencia total de servicios de atención médica a las víctimas" y en las situaciones de conflicto, en que las violaciones y agresiones sexuales son una práctica habitual como "arma de guerra" y para "humillar, castigar, controlar, vulnerar, atemorizar y destruir comunidades".

Estas son las conclusiones del informe 'Vidas destrozadas', emitido de Médicos Sin Fronteras (MSF) con motivo del Día Internacional de la Mujer, en el que se resumen la experiencia de esta organización humanitaria en la asistencia a víctimas de violencia sexual en Liberia, Burundi, República Democrática del Congo (RDC), Sudáfrica, Colombia y otros países.


Según la experta de MSF en violencia, Françoise Duroch, la violencia sexual puede ser utilizada como arma de guerra, para recompensar o remunerar a los soldados, para motivar a las tropas, como medio de tortura y en ocasiones "para humillar a los hombres de ciertas comunidades". La violación sistemática también puede ser utilizada para obligar a una población a desplazarse e incluso como arma biológica para trasmitir deliberadamente el virus del sida. "En la guerra, también encontramos el fenómeno de la explotación sexual, la prostitución forzada o incluso la esclavitud sexual", añadió.

Entre 250.000 y 500.000 mujeres fueron violadas durante el genocidio de Ruanda en 1994, según datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) citados por MSF. Asimismo, la violación de entre 20.000 y 50.000 mujeres durante la guerra de Bosnia (1991-1995) "se cree que formaba parte de una estrategia deliberada de limpieza étnica", según estimaciones de la ONU.

Aunque la violencia sexual se agrava en tiempos de guerra, también afecta a millones de personas que viven en situaciones estables o de posconflicto, según MSF. En estos contextos, los agresores a menudo son civiles conocidos por las víctimas. "Son vecinos, caseros, criados o incluso miembros de la familia", se lee en el informe. "En muchos casos, son los cabezas de familia u otros varones que se supone deberían protegerlas".

MSF también ha observado que en situaciones estables o de posconflicto una gran proporción de las víctimas son niños. Más del 60 por ciento de las personas violadas que acuden a la clínica de Burundi son menores de 19 años. El 13 por ciento son menores de cinco años.
Aunque la mayoría de las víctimas de la violencia sexual son mujeres y niñas, los hombres y los niños también pueden serlo, según el informe. Los abusos sexuales a hombres incluyen violaciones así como tortura, humillación y esclavitud sexuales.
Una forma específica consiste en obligarles a violar a miembros de su familia, una práctica conocida como incesto forzado, en la que tanto el agresor como la víctima sufren la violencia. Los hombres cautivos o bajo arresto corren un riesgo adicional, puesto que la violación se utiliza para establecer jerarquías de control y respeto.
No obstante, los hombres y los niños están "mucho menos predispuestos a informar de abusos sexuales que las mujeres", según MSF. El miedo a la estigmatización así como la falta de atención y protección legal les impiden hacerlo. "Generalmente, los hombres víctimas de agresiones sexuales ni son reconocidos como tales ni son atendidos".
Pero en muchos lugares, las víctimas de violencia sexual no tienen a dónde ir. Incluso cuando hay asistencia, el miedo y el estigma les impiden pedir ayuda.


No hay comentarios: