Las autoridades rusas, responsables de la desaparición de mujeres chechenas

En una sentencia pronunciada el 29 de mayo de 2008, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha fallado que las autoridades rusas son responsables de la desaparición forzada de dos jóvenes mujeres chechenas, Aminat Dugaeva y Kurbika Zinabdieva, ocurrida en mayo de 2003. En la fotografia las madres de Aminat y Kurbika.

Estas mujeres, integrantes de la misma familia, fueron secuestradas la noche del 16 de mayo de 2003 en el domicilio de Kurbika, en Ulus-Kert, Chechenia, por un grupo de 20 hombres vestidos de uniforme azul y pasamontañas. Aminat tenía apenas 15 años. Kurbika, que padecía un tumor cerebral y epilepsia, necesitaba cuidados constantes. Sus familiares no han vuelto a saber de ellas.

En su sentencia del 29 de mayo, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dio su respaldo de forma categórica a las alegaciones de la familia de que los secuestradores eran en realidad soldados rusos. El Tribunal también criticó a las autoridades rusas por no haber proporcionado documentación relativa a la investigación oficial sobre el caso.

El Tribunal Europeo resolvió que la investigación oficial, iniciada en 2003, había sido incompleta e inadecuada. La investigación estuvo suspendida desde junio de 2004 hasta agosto de 2006 y hasta la fecha no ha conseguido identificar a los responsables de la desaparición forzada de estas mujeres.

Por consiguiente, el Tribunal falló que las autoridades rusas habían cometido una violación grave del Convenio Europeo de Derechos Humanos, concluyendo que:

• Se había producido una violación del derecho a la vida, dado que debía presumirse que las mujeres habían muerto tras su detención no reconocida a manos de soldados rusos y dado que las autoridades no habían justificado el uso de fuerza letal por sus agentes.

• La detención no reconocida de Aminat y Kurbika había violado su derecho a la libertad y a la seguridad

• La forma en que las autoridades rusas habían tratado las quejas presentadas por los familiares de las víctimas constituía trato inhumano, dados el estrés y la angustia que habían sufrido.

El Tribunal también concluyó que las autoridades rusas no habían llevado a cabo una investigación criminal efectiva. Entre las graves deficiencias determinadas por el Tribunal figuraba la negativa inicial de las autoridades a abrir una investigación criminal y la suspensión de la investigación durante más de dos años.